domingo, 3 de abril de 2011
Tivifáif
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Unknown |
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Después de eones sin escribir por aquí, vamos a intentar escribir algo. Y como venía de ver Telecinco (sí, que nadie me mire mal, ahora explicaré y tal y cual) , pues me doy la licencia de poner el título que he puesto a esta entrada, sirva esto como excusa.
Como decía, estaba viendo Telecinco. Y a las horas que eran, después de ver el partido de Liga en abierto (¡que no lo quiten, por favor!) y tener un rato puesto TDP, viendo en diferido parte del Federer - Nadal del Masters Series de Miami, he vuelto al salón y estaba puesta la TV en Telecinco, concretamente en un programa que por lo general no me gusta, La noria, pero justo al pasar yo estaban presentando a Risto Mejide, al cual le iban a hacer una entrevista; entrevista que he visto un buen rato, porque para mí, merecía la pena. Antes de hablar de la entrevista y de diversos temas más, aclaremos que el sr. Mejide ya no trabaja en Telecinco, sino que es publicista de Antena 3.
Dicho eso, y continuando en un párrafo aparte para hacer menos pesada la lectura, comentemos algunos aspectos de la entrevista. De lo primero que han hablado ha sido de su nuevo libro, "Que la muerte te acompañe". Por lo que parece, división de opiniones entre los críticos, y Mejide contento con el libro y soltando cosas interesantes, por ejemplo el respeto que tiene que tener el escritor con respecto al lector, puesto que el libro es un producto que compra el lector, o que no se juzgue el libro por los prejuicios hacia el escritor, sino una vez leída la novela.
También ha hablado de todo lo que ha sido su paso por Telecinco, Operación Triunfo, su programa "G-20", en el que cada programa había una lista de 20 personajes de índole pública de los que se destacaba algo negativo. De todo ello puedo destacar una serie de cosas que me gustan de este ácido publicista. La primera de todas es que él dice que siempre habla a la cara - cosa que, añado, no es muy habitual en estos tiempos -, la segunda es una frase que tiene como una de sus máximas: "Si nadie se molesta por lo que dices es que no has dicho absolutamente nada.". De esta frase aparece el mayor miedo, o así creo yo, de este publicista: la indiferencia. Realmente es un miedo que tiene mucha gente, tanto como al fracaso, si es que no consideran la indiferencia como un tipo de fracaso.
Fijaos, ¿qué importancia tiene una persona en la vida de otra cuando la primera ha resultado indiferente a la segunda? Ninguna, o eso me parece a mí. Algunos optan por no "cagarla" y prefieren ser indiferentes a causar un mal recuerdo, cosa que me parece correctísima, y otros optan por permanecer en la mente de los demás, sea por buenos recuerdos o por malos recuerdos. Y como he oído decir y he dicho, nadie muere si permanece en la memoria de los que le rodeaban, por lo que a lo mejor la segunda opción no es tan mala.
La tercera es la noción de negocio de la televisión. Algo de lo que ya hablaba en su etapa como jurado de OT y que magnifica, cosa lógica puesto que es un publicista y él tiene que conseguir vender. La televisión es un negocio, como bien deberíamos saber todos, y todos o casi todos los personajes de un cierto dominio público tienen una imagen mental asociada, imagen que vende o no.
Esto me da pie a hablar sobre una de las personas que tienen una imagen más controvertida y explotada. Para mí es una persona admirable y no sé, deleznable no es la palabra; aborrecido encaja mejor peor tampoco es la palabra, pero dentro del error, es menor. Hablo, y para que guarde relación con el título, de la imagen más explotada de Telecinco, Belén Esteban. Por todos es sabido que Belen Esteban, la apodada "princesa del pueblo", es otro "producto", que crea una división en España tan férrea como la formada por "rojos" y "fachas", lo que llaman "las dos españas". Yo hoy me mojo, y he de decir que admiro de ella una cosa que yo nunca me atrevería a hacer: vender mi vida, mi privacidad. Y ella lo ha hecho. Y por eso rompo una lanza a su favor. Y otra por saber que ha vendido su vida, no la de su hija, no la de su marido, no la de su familia. Eso la honra.
Por hoy no voy a hablar sobre la parte de mi que aborrece a "la Esteban", ya lo hago y lo oigo a menudo, pero creo que por una vez tenía que destacar algo positivo de ella, puesto que como producto que es, al final carecerá de valor y nos olvidaremos de ella. A no ser que no deje de triunfar y sea un gran modelo económico para la televisión en España, lo cual me desagrada y me desagradaría en un futuro.
Me despido mendigando algún comentario (Marta, sabes que por ti no va, siempre me dejas algo escrito, por mucho que no vaya contigo el tema del texto, y te lo agradezco mucho menos de lo que mereces), puesto que eso da algo más de fuerza para escribir, si no, nunca sabes si merece la pena escribir en abierto para que sólo lo lea una persona.
¡Hasta la próxima!
Como decía, estaba viendo Telecinco. Y a las horas que eran, después de ver el partido de Liga en abierto (¡que no lo quiten, por favor!) y tener un rato puesto TDP, viendo en diferido parte del Federer - Nadal del Masters Series de Miami, he vuelto al salón y estaba puesta la TV en Telecinco, concretamente en un programa que por lo general no me gusta, La noria, pero justo al pasar yo estaban presentando a Risto Mejide, al cual le iban a hacer una entrevista; entrevista que he visto un buen rato, porque para mí, merecía la pena. Antes de hablar de la entrevista y de diversos temas más, aclaremos que el sr. Mejide ya no trabaja en Telecinco, sino que es publicista de Antena 3.
Dicho eso, y continuando en un párrafo aparte para hacer menos pesada la lectura, comentemos algunos aspectos de la entrevista. De lo primero que han hablado ha sido de su nuevo libro, "Que la muerte te acompañe". Por lo que parece, división de opiniones entre los críticos, y Mejide contento con el libro y soltando cosas interesantes, por ejemplo el respeto que tiene que tener el escritor con respecto al lector, puesto que el libro es un producto que compra el lector, o que no se juzgue el libro por los prejuicios hacia el escritor, sino una vez leída la novela.
También ha hablado de todo lo que ha sido su paso por Telecinco, Operación Triunfo, su programa "G-20", en el que cada programa había una lista de 20 personajes de índole pública de los que se destacaba algo negativo. De todo ello puedo destacar una serie de cosas que me gustan de este ácido publicista. La primera de todas es que él dice que siempre habla a la cara - cosa que, añado, no es muy habitual en estos tiempos -, la segunda es una frase que tiene como una de sus máximas: "Si nadie se molesta por lo que dices es que no has dicho absolutamente nada.". De esta frase aparece el mayor miedo, o así creo yo, de este publicista: la indiferencia. Realmente es un miedo que tiene mucha gente, tanto como al fracaso, si es que no consideran la indiferencia como un tipo de fracaso.
Fijaos, ¿qué importancia tiene una persona en la vida de otra cuando la primera ha resultado indiferente a la segunda? Ninguna, o eso me parece a mí. Algunos optan por no "cagarla" y prefieren ser indiferentes a causar un mal recuerdo, cosa que me parece correctísima, y otros optan por permanecer en la mente de los demás, sea por buenos recuerdos o por malos recuerdos. Y como he oído decir y he dicho, nadie muere si permanece en la memoria de los que le rodeaban, por lo que a lo mejor la segunda opción no es tan mala.
La tercera es la noción de negocio de la televisión. Algo de lo que ya hablaba en su etapa como jurado de OT y que magnifica, cosa lógica puesto que es un publicista y él tiene que conseguir vender. La televisión es un negocio, como bien deberíamos saber todos, y todos o casi todos los personajes de un cierto dominio público tienen una imagen mental asociada, imagen que vende o no.
Esto me da pie a hablar sobre una de las personas que tienen una imagen más controvertida y explotada. Para mí es una persona admirable y no sé, deleznable no es la palabra; aborrecido encaja mejor peor tampoco es la palabra, pero dentro del error, es menor. Hablo, y para que guarde relación con el título, de la imagen más explotada de Telecinco, Belén Esteban. Por todos es sabido que Belen Esteban, la apodada "princesa del pueblo", es otro "producto", que crea una división en España tan férrea como la formada por "rojos" y "fachas", lo que llaman "las dos españas". Yo hoy me mojo, y he de decir que admiro de ella una cosa que yo nunca me atrevería a hacer: vender mi vida, mi privacidad. Y ella lo ha hecho. Y por eso rompo una lanza a su favor. Y otra por saber que ha vendido su vida, no la de su hija, no la de su marido, no la de su familia. Eso la honra.
Por hoy no voy a hablar sobre la parte de mi que aborrece a "la Esteban", ya lo hago y lo oigo a menudo, pero creo que por una vez tenía que destacar algo positivo de ella, puesto que como producto que es, al final carecerá de valor y nos olvidaremos de ella. A no ser que no deje de triunfar y sea un gran modelo económico para la televisión en España, lo cual me desagrada y me desagradaría en un futuro.
Me despido mendigando algún comentario (Marta, sabes que por ti no va, siempre me dejas algo escrito, por mucho que no vaya contigo el tema del texto, y te lo agradezco mucho menos de lo que mereces), puesto que eso da algo más de fuerza para escribir, si no, nunca sabes si merece la pena escribir en abierto para que sólo lo lea una persona.
¡Hasta la próxima!
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2 comentarios:
La verdad es que con lo de la Esteban tienes razón, aunque al vender su vida perjudica a la de sus allegados, porque seguro que a Andreita la han hecho de todo en el cole...
Todo lo que has dicho lo comparto la verdad.
Escribe más a menudo vagoncio!! ^^
Dios mío... Había escrito un comentario increíblemente extenso a tu publicación, pero internet ha decidido joderme y no publicarlo. Lo he perdido y es imposible de reproducir, además de que me ha dejado sin ganas, lo siento infinito. Si me encuentro inspirada en otro momento volveré a comentar, para que al menos veas que me pasé :(
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