domingo, 29 de agosto de 2010
Los transistores vuelven en septiembre
20:59 |
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Unknown |
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Aprovecho ahora que me viene la inspiración para hablar de esa unión que se da año tras año; es llegar septiembre y, antes de las clases, ya nos enganchamos a la radio. Ayer me resultó curioso, cuando volvía de compras, pasar por un parque y encontrarme a un abuelo sentado y escuchando una radio que llevaba en la mano. Hace cinco minutos, por la calle a escasos 5 metros de mi "centro de operaciones" acaba de pasar otra persona con la radio en la mano. Y eso ya no es casualidad, al menos, a mi parecer.
El motivo de que vuelva la radio a las manos de la gente, en especial hombres, es sin duda alguna el fútbol. La Liga, que por motivos de patrocinio se llama "Liga BBVA", marca el inicio de casi todo en nuestra sociedad. Salvo de las vacaciones y de pocas cosas más. Las clases, el trabajo, la vuelta a los anocheceres anteriores a las 9 y media, las ciudades más llenas de gente, el ajetreo...
Sin embargo, prefiero quedarme con ese aroma a infancia que los abuelos retoman yendo al parque, ya no a jugar, sino a escuchar el fútbol (pudiéndolo ver en un bar, pero ellos son nostálgicos y tiran de transistor, como cuando eran jóvenes y tener televisión era un privilegio que pocos se podían permitir). Los veranos, cuando eramos pequeños, bajando al parque, con nuestros amigos del parque a los que solo veíamos en verano (en mi barrio hay muchos colegios, eso ayuda). Jugando al fútbol y utilizando cualqueir cosa para porterías. ¡Ah, que no se me olvide! Los lunes a las diez el parque se quedaba vacio... no sé qué tendría Ramón García pero nadie se perdía el Grand Prix.
Hasta que llegaban los señores de los transistores y las clases... y sin darnos cuenta crecimos. Pero los transistores se mantienen, y a veces, te llevan a la infancia.
El motivo de que vuelva la radio a las manos de la gente, en especial hombres, es sin duda alguna el fútbol. La Liga, que por motivos de patrocinio se llama "Liga BBVA", marca el inicio de casi todo en nuestra sociedad. Salvo de las vacaciones y de pocas cosas más. Las clases, el trabajo, la vuelta a los anocheceres anteriores a las 9 y media, las ciudades más llenas de gente, el ajetreo...
Sin embargo, prefiero quedarme con ese aroma a infancia que los abuelos retoman yendo al parque, ya no a jugar, sino a escuchar el fútbol (pudiéndolo ver en un bar, pero ellos son nostálgicos y tiran de transistor, como cuando eran jóvenes y tener televisión era un privilegio que pocos se podían permitir). Los veranos, cuando eramos pequeños, bajando al parque, con nuestros amigos del parque a los que solo veíamos en verano (en mi barrio hay muchos colegios, eso ayuda). Jugando al fútbol y utilizando cualqueir cosa para porterías. ¡Ah, que no se me olvide! Los lunes a las diez el parque se quedaba vacio... no sé qué tendría Ramón García pero nadie se perdía el Grand Prix.
Hasta que llegaban los señores de los transistores y las clases... y sin darnos cuenta crecimos. Pero los transistores se mantienen, y a veces, te llevan a la infancia.
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1 comentarios:
Y si no llegas a publicar esta entrada, no habría recordado todas esas tardes en el parque. En el mío no había señores con transistor pero cuando ya había fútbol, mi padre decidía que subíamos a casa y no había más discusión :)
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